miércoles, 20 de marzo de 2019

Mirada de un perro

Sin dejar de caer la prisa,
el orden apesta a espanto.
Nada sube,
nada crece.
Nada vale lo que vale
y el tiempo se pierde
entre miradas hostiles.
Los indecentes corren
a los que encuentran decencia
en bolsillos ajenos.
Huérfanes de este mundo enfermo
que buscan la vida que no tienen.
El disfraz no sabe de decencia
y quiénes apuntan con el dedo
alimentan la máquina del desprecio.
Todo muere,
lento, muy lento.
Todo cae,
Todo es combustible.
Los días se repiten
y aunque el horizonte es cambiante,
no transforma pero arde.
Nada que es nada,
nada que es todo.
El cielo ríe y llora.
El hierro divide a las personas.
Hierro que no es nada o lo es todo.
Entre laberintos de palabras
se caen tantos garabatos
y nadie cambia el juego.
Una firma es la muerte,
una firma es la vida.
De los dos lados del mostrador
alguien muere siempre, morimos todes
La conciencia del inconsciente
mata y estimula.
La rabia se sube a la balanza, aprende a contar.
El perro sabe que no lo dejan entrar
pero mueve la cola.

jueves, 10 de enero de 2019

Con los pies en la tierra

Te compraron la mente con palabras
y te comieron.
Te vendieron el discurso...
soñaste con vergas de colores,
con clítoris enjaulados
y te diste cuenta que eso no era soñar.

Los parámetros de comparación
me dieron el gusto.
Las personas se pelean porque no se sostienen.
Un día la dejé de ver y sospeche un suspiro.

El señor es de una raza vieja,
lo demuestra con sus gritos,
con sus escenas de queso supremo.
Demostraba su cariño con palabrotas
y la gente se enojaba,
no lo entendían.
Los paréntesis perdían el tempo
y las comillas ya estaban de vuelta.

¡Sabayón!
No vayas a pedir crema del cielo.
Devolveme los diez gritó
el señor del mundo
mientras gozaba su maldad.
Y elles se quedaron sin helado,
la heladería cerró por falta de ventas
y la mierda se hizo grande en el kerosene.

Aunque parezca que este
infierno venda libertad, saltar es caer…
Mientras la revolución se hace humo
si se predica con palabras.
Escribo lo que veo aunque las nubes
sean lo único que se mueve.

Se pierde la cuenta de los días
discutiendo la conjugación de los verbos.
Quién dijo ayer entiende mañana
y los que vuelan empiezan a correr
porque solo quieren caminar.

El encendedor combinaba con el color
de los ideales y otras plantas más.
El inconsciente no deja de jugar
en su cubo mágico
y lo que se imagina
baila sobre un asfalto de manteca.

La llama es el comienzo
de todo lo que no se supone.
Si escribo así nadie me entiende,
si escribo lo obvio nadie comprende.

viernes, 28 de diciembre de 2018

Me pasa

Me pasa que no duermo desde ayer.
Que cuando intenté
hacerlo no pude.
Y que no deje de hacer cosas
para no pensar.


Me pasa que hace rato
que deje de cenar
para dedicarle tiempo a esta charla.


Mientras la comida se enfría
y la cerveza que iba a tomar,
para dormir tranquilo,
ya está caliente.


Y vuelvo a viajar en un
nuevo disco de una banda vieja.
Llegando a cosmonautas
tenía la idea de que iba a pasar y pasó.


¿Serán las energías?


Últimamente lo que pienso,
sucede y no me hago responsable.


¿O serán las energías?


Llegó el 25 de diciembre
y me encontré en ese lugar.
El cuchillo estaba donde tenía que estar,
entre mis dientes.
Por suerte tenía un lápiz con punta
y un pedazo de papel.


¿Sino quien se iba a enterar de ese golpe?


Me pasa que la tregua
no cambia mí humor,
es el mismo desde aquel viernes,
desde ese Pico Dulce…
Y en esta noche no hay viento con preguntas.
Está noche es necesario ser sol.

Un amigo me saluda y despierta la poesía.
El viaje es hermoso.

jueves, 27 de diciembre de 2018

Trompada pulida

Odio tu foto de perfil
y cada acto suicida del conformismo.
Me molesta la burocracia tanto
como me molesta la navidad.

Y aunque me criaron
con ciertas costumbres
sé que no soy de acá.
Soy viajero de un tiempo
en que no existía la palabra odiar.
De un tiempo sin tiempo.

Llegaron con todo su mal.
Y acá tanto tiempo después
me encuentro muriendo
por este sentimiento
mientras espero
que un tagarna se acuerde de mí.

Y sigo molesto
por tu falta de inquietud,
por tus raíces sumisas.
Sí, hay un padre, es el sol.
Sí, hay una madre, es la Pacha.

Para cambiar
no alcanzan las palabras.
Por nacer polvo
no hay que morir siendo polvo.
Se puede llegar a ser piedra.

Sí el fuego quema,
fuego para todo
lo que tiene que arder.

Me dedico a sentir
imaginando un mundo sin ellos
y sin las cosas que nos matan.
Solo conectando a todo
lo que realmente importa.

Canalizo el enojo
y mientras la tinta
mancha la hoja.
Pierdo lastre
y soy un ave más.

sábado, 22 de diciembre de 2018

Entre el agua y el viento

Note la preocupación del agua
al encontrarse con mi piel descuidada.
El silencio de la distancia
vibraba dentro de mí cuerpo.
El equilibrio se rompía en el mismo instante en que se escuchaba
el insulto de un fulano a la esperanza.
Todo parecía la nada.
Ni frío, ni calor.
Ni luz, ni oscuridad.
Ni centro, ni periferia.
La nada parecida a todo.
El viento regresa con nuevas preguntas
bajo un cielo claro y despejado.
¿Quién es el agua?
¿Quién es el viento?
Y tantas preguntas hacen que la luna se esconda, el cielo queda intacto.
Hasta las estrellas se fueron
a perseguir sus sueños.
Las personas caminan distraídas
entre miradas vacías y sonrisas dibujadas.
Y yo me abrazo a la esperanza insultada y brindo por lo que vendrá.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Hace tiempo

I


Hace tiempo,
no se muy bien hace cuanto.
Pero hace tiempo que siento
que camino en una cornisa.
O en cornisas simultáneas.
Si me quedo quieto,
la gravedad hará su juego.
Tarde o temprano, de lleno contra el piso.
Si intento salir del borde
seguro que termino
como estampa en el suelo.
Hace tiempo...


II


Hace tiempo que busco
un amor que no llega.
Hace tiempo que un amor
no me deja de comer los huesos.
Cayendo al precipicio
siento mis uñas aferrarse a la nada.
Sangre, dolor, vacío…
En el límite de esta incertidumbre,
es un abrazo que me salva
o es un abrazo que me mata.


III


Hace tiempo que muestro
el agujero en mí pecho.
Hace tiempo
que desgrano mis verdades.
Las dejo a secar al sol de miradas ajenas
y una vez curtidas, resiembro el camino.
Hace tiempo que
el filo de mí cuchillo no me mata
pero tampoco me salva.


IV


Hace tiempo que
me busco en la profundidades.
Hace tiempo que remojo mí coraza.
Me aliviano.
Hace tiempo que
la sombra me sigue los pasos.
Hace tiempo que desafío a la utopía.
Hace tiempo que siento que gano.
No sé muy bien que gano,
pero sé lo que pierdo.
Hace tiempo...

V


Hace tiempo que el tiempo
robó mi infancia.
No logro comprender
si es la naturaleza que manda
o soy víctima de algo más.
Hace tiempo que el tiempo esconde
misterios que nadie quiere pensar.
Y entre tanto caos puedo ver
que hace tiempo una voz que crece
es la que me salva.

viernes, 12 de octubre de 2018

A tu saqueo divino

Con los pies en el barro
puedo ver los huesos que sembraron.
Veo la fértil victoria de la derrota
atravesando tu doctrina genocida,
desenmascarando al lobo de la mentira.

Ya no me pesa la cruz de tu espada asesina
ni siquiera en los papeles.

Se cae tu templo,
se caen tus reyes,
se cae tu reino,
se cae hasta cada página de tu
historia decadente e infectada de cinismo.

Y en tu sombra cada vez más pequeña
reverbera la incansable voz de la resistencia.
La voz curtida por la sabiduría
del sol y la luna.
de la lluvia y de la Pacha.

Me busco en la flor
rebosante de verdad,
donde en cada pétalo renacen mil sonrisas.

Y veo este día con rabia
y a tantos cobardes
quietos por miedo a la inquisición.

lunes, 8 de octubre de 2018

El misterio de las cipselas

Y se me caen palabras sueltas 
que no van a ningún lado.
Sigo escupiendo viejas espinas de un cactus 
que aun sigue tibio.

Vuelvo a insistir.

Intento desenraizar mis huracanes guardados.
Sanear mi manantial infectado,
lograr ver el fondo
para encontrarme en la superficie.

Me arrebata la ilusión de romper con un suspiro seco 
la estructura frágil de la flor de un panadero.

Corro a buscar mi niñez desesperado.

Lo recuerdo...

La maravilla del mundo es ese instante 
en donde unas cuantas semillas se aferran al aire 
buscando su hado 
y el arte me endulza la vista.

Pensando caigo en la cuenta 
de que lo que me molesta no sos vos, 
ni es el pasado 
y me distraigo imaginando 
que cada cipsela al viento es un niñe.

Inmortalizo la imagen.

El tallo en mis manos, 
medio plumero firme 
esperando una nueva exhalación 
y unas decenas de niñes al viento, 
libres, 
puros, 
dueños del mundo, 
con su único destino, el de salvar su especie.

El sol que se detiene por un momento, 
me acaricia con la calidez de sus rayos 
como dándome las gracias 
por develar tanto misterio.

Mi pecho se alivia 
y no recuerda que es lo qué estaba pensando.

Y yo, 
simplemente me pregunto, 
en silencio:

¿cuándo fue la última vez 
que soplé un diente de león?

viernes, 14 de septiembre de 2018

Fascia

Cómo base el pantano, terreno hostil para
afianzar los cimientos de una sociedad de utopías.

Allí nos pusieron.
Los abusivos.
Los que drenan sangre para alimentarse,
los que comen carne viva, humana y golpeada 
por la ignorancia de su avaricia.

Lobosvampiros que priorizan el feudo del dinero hambriento.
Lobos enfrentados con lo natural, con lo fértil.
Vampiros que desprecian la vida.

Y acá estamos.
Y acá vinimos.
A recuperar lo nuestro.
Nuestros espacios,
nuestros lugares,
nuestras formas.

Cómo fascia nos vamos conectando
entre el uno y el otro.
Los mismos de siempre, los de abajo.

Nos hacemos fuertes en cada mirada,
con cada pañuelo, con cada bandera,
en cada paso, 
en cada canto que emancipa la rabia.
Rabia acumulada por años, 
la rabia que no mató la historia, 
la rabia de los silenciados, 
la rabia que es panacea.

Y acá estamos.
Solidificando el fangal como punto de partida.
Fangal que nos tapa, que nos unde, que nos maquilla 
mientras seguimos siendo humillados, asesinados, engañados...

Y acá vinimos.
A decir ¡Basta!
Lo repetimos incansablemente.
¡Basta! Cuando apagamos el televisor.
¡Basta! Cuando nos planteamos.
¡Basta! Hasta cuando soñamos.
Decimos ¡Basta! 
Porque elegimos la vida y vamos a morir viviendo.

Vamos a detonar cada cimiento oscuro.
Nos van a ver llegar porque no usamos disfraz, no usamos careta, 
no usamos el engaño, no usamos la mentira.
Llegamos cantando y nos vamos hermanados.

Y acá estamos.
Y ya se van a caer.
Y ya se van a golpear.
Y ya se van a romper.
Y ya se van a ir para nunca más volver.

Y acá vinimos.
A un mundo tan grande, tan vacío...