el orden apesta a espanto.
Nada sube,
nada crece.
Nada vale lo que vale
y el tiempo se pierde
entre miradas hostiles.
Los indecentes corren
a los que encuentran decencia
en bolsillos ajenos.
Huérfanes de este mundo enfermo
que buscan la vida que no tienen.
El disfraz no sabe de decencia
y quiénes apuntan con el dedo
alimentan la máquina del desprecio.
Todo muere,
lento, muy lento.
Todo cae,
Todo es combustible.
Los días se repiten
y aunque el horizonte es cambiante,
no transforma pero arde.
Nada que es nada,
nada que es todo.
El cielo ríe y llora.
El hierro divide a las personas.
Hierro que no es nada o lo es todo.
Entre laberintos de palabras
se caen tantos garabatos
y nadie cambia el juego.
Una firma es la muerte,
una firma es la vida.
De los dos lados del mostrador
alguien muere siempre, morimos todes
La conciencia del inconsciente
mata y estimula.
mata y estimula.
La rabia se sube a la balanza, aprende a contar.
El perro sabe que no lo dejan entrar
pero mueve la cola.